Durante los últimos años las elecciones sobre que estudios ha realizar han experimentado grandes cambios. Parte de ello se debe al hecho de que los ciclos formativos han mostrado una gran efectividad a la hora de conseguir trabajo a aquellas personas que los estudiaban. Ello implica por supuesto mejoras ya que nos estamos enfrentando a una situación en la cual la tasa de paro estudiantil es demasiado elevada.
De hecho, en los últimos años la demanda de este tipo de estudios ha crecido considerablemente siendo foco de atención tanto para aquellas personas que quieren comenzar a estudiar algo como para aquellos que quieren cambiar de profesión .
Actualmente contamos con una mayor ampliación de cursos además de la existencia de un nuevo título de grado formativo como es el medio, en contraposición de cuando solamente existían el grado superior y el normal.
Con todo ello nos enfrentamos a una serie de cambios importantes a la hora de plantearlos los estudios y cual es la mejor alternativa. Principalmente porque con el aumento de la demanda y el cambio en este tipo de estudios también han surgido nuevos estudios que antes solamente podían cursarse mediante una carrera.
Las ventajas de este tipo de estudios están claras:resultan mucho más baratos, existe una posibilidad de elección cada vez más ampliar y su duración es mucho menor a la de las carreras. Pero, ¿tienen el mismo valor? Lo cierto es que la tasa de inserción en el mercado laboral para los ciclos formativos es bastante alta, debido sobretodo a que cuentan con una gran parte practica que le resulta muy útil de cara a tener que enfrentarse a un trabajo.
Todo esto evidentemente no implica que todas las personas deban comenzar a cursas ciclos formativos, si bien es cierto que actualmente son una buena oportunidad para todas aquellas personas que quieran especializarse en algo y no sepan en que hacerlo.