Como comentábamos en anteriores posts, la relación existente con nuestro jefe puede ser la causa de que existan problemas de clima laboral en la oficina.
Precisamente por ello es importante que contemos con toda la información suficiente como para hacernos dueños de la situación y saber manejarla ocurra lo que ocurra.
A continuación seguimos repasando una serie de consejos útiles para poder manejar y mejorar vuestra situación profesional.
- Aprender a establecer nuestros límites: esta claro que nuestro jefe tiene cierta autoridad sobre nosotros pero ello no implica que no debamos establecer nuestros límites y dejarle claro también hasta que punto podemos y estamos dispuestos a ceder. Si nos convertimos en aquella persona que siempre le da la razón caeremos en un error y puede que, en ocasiones, ciertas personas se aprovechen de nosotros debido a este hecho.
Eso si, como hemos comentado previamente, debemos hacerlo siempre con educación y bajo el respeto que nos merece su autoridad. - Ojo con las “amistades peligrosas”: muchas veces se cae en el error de crear una situación de “colegueo” con nuestro superior. Evidentemente no está mal mantener una relación cordial con él pero si que es importante saber mantener las distancias según en que momento y conocer cual es el lugar que ocupa cada persona en la jerarquía.
- Cuidado a la hora de “puentear”: en ocasiones muchas personas deciden que tener problemas con el jefe puede solucionarse recurriendo a otro superior que tenga potestad y autoridad sobre nuestro jefe inmediato. Debemos tener en cuenta que, aunque esto pueda suponer una solución a corto plazo, puede que a largo plazo nos suponga más problemas que otra cosa. Puede que esa autoridad que retiren a nuestro jefe en un momento dado juegue en nuestra contra más a delante de manera que es importante saber gestionar estas situaciones sin ofender a nuestro superior.