En el post anterior estuvimos comentando los pasos a seguir a la hora de afrontar una entrevista de trabajo pero aun nos quedaban algunos detalles importantes por conocer.
Hasta ahora habíamos dejado clara la importancia de:
- Ser honesto
- Conocer bien el puesto al que optamos
- Hacer una investigación acerca de la empresa.
Estos pasos son importantes pero también es de vital importancia conocer nuestro propio currículum al dedillo y preparar las posibles preguntas de manera previa a la entrevista.
Conocer nuestro currículum implica que debemos conocerlo como la palma de nuestra mano para poder contestar a cualquier pregunta que nos realice el entrevistador sin problemas. Puede parecer una cosa obvia pero lo cierto es que hay muchas personas que se saltan este paso y eso es un gran error.
Además también debemos hacer un análisis de nosotros mismos. Esto implica conocer nuestras fortalezas y debilidades para que, cuando llegue la temida pregunta de los «defectos y las virtudes», sepamos contestar de manera clara y sin dudas.
Por otro lado, es básico el hecho de prepararse a la entrevista de manera previa. Podemos repasar las preguntas más habituales e imaginarnos como las contestaríamos de manera que esto nos sirva de ensayo para afrontar posteriormente la entrevista de una manera efectiva.
Un truco muy habitual es ensayar las respuestas delante de un espejo de manera que podamos ver nuestros gestos y expresión facial mientras hablamos. De esta manera podremos corregir la gesticulación en caso de que sea necesaria y seguir ensayando hasta que consideremos que tenemos dominada y preparada la entrevista.
No consiste, ni mucho menos, en memorizar y automatizar las respuestas ya que ésto no es algo que agrade a los entrevistadores sino más bien en entrenar nuestras habilidades de comunicación y ser más efectivos a la hora de expresarnos en una situación estresante como puede ser una entrevista de trabajo.
En posts posteriores afrontaremos algunas de las preguntas habituales y que más miedo dan en las entrevistas.