En anteriores ocasiones ya hemos hecho varias veces alusión al tipo de entrevistas que podemos encontrarnos al realizar una entrevista de trabajo. Una de las más habituales es la entrevista personal de carácter semiabierto. Esta entrevista se genera mediante la mezcla de preguntas cerradas y abiertas lo cual permite al entrevistador conseguir más información de,la que obtendría sí solamente contara con un guión cerrado.
Las preguntas abiertas suelen ir destinadas a conseguir información concreta sobre el candidato que nos pueda resultar de utilidad a la hora de encajarlo en el puesto. Preguntas de este tipo suelen ser: ¿has trabajado en algún puesto similar de manera previa? ¿Te manejas bien con dicho programa? ¿Hablas inglés de manera fluida?
Por otro lado, las preguntas abiertas permiten al candidato aportar una mayor información de manera que el entrevistador consigue detalles más precisos sobre el papel del candidato en esos puestos de trabajo ¿que funciones desempeñabas en tu anterior puesto de trabajo? ¿Podrías describirme como sería tu trabajo ideal? De esta manera las preguntas abiertas nos permiten, n solo conseguir más información relativa a la experiencia profesional del trabajador sino también sobre sus competencias.
Precisamente por ello las preguntas abiertas suelen ser las que menos gustan a los candidatos puesto que les incomodan y les hace mostrarse de una manera más nerviosa.
Por ultimo debemos tener en cuenta que, junto a todas estas preguntas, los entrevistadores también realizan un análisis visual pormenorizado de todos nuestro comportamiento no verbal puesto que es el que realmente les da información real e interesante. La manera en la cual nos sentamos, el tono de nuestra voz, los gestos, etc…. Son una gran fuente de información para conocernos.
De esta manera, tenéis que prestar especial atención siempre vuestra postura corporal y, cuando preparéis una entrevista, no perder de vista su entrenamiento en ningún momento.