Los periodos de cambio puede ser un proceso insignificante para muchas personas pero, a otra multitud de ellas, les afecta de manera importante en su día a día. Cambios insignificantes puede convertirse en verdaderos gigantes para aquellas personas que no son capaces de tolerar bien las modificaciones de su entorno.
Esto supone un verdadero problema ya que nuestra vida es un constante flujo de cambios y no saber afrontarlos puede derivar en una serie de problemas emocionales.
Relacionado con esta “resistencia” a los cambios nos encontramos con el concepto de resiliencia. Pero, ¿Qué es la resiliencia? Ésta se refiere a la capacidad que tenemos los seres vivos de sobreponernos ante situaciones adversas y/o que nos provocan cierto dolor emocional. De esta manera supone un mecanismo mediante el cual podemos afrontar las situaciones difíciles y tratar de buscarles alguna solución.
Al igual que ocurre con otros rasgos de personalidad, entonces, la resiliencia puede encontrarse en mayor o menor grado dentro de las personas convirtiéndose, así, en una tendencia de personalidad que podemos modificar e incluso mejorar con entrenamiento.
Evidentemente existen diversos tipos de entrenamientos que pueden mejorar la resiliencia de las personas siendo, los principales, aquellos entrenamientos que tienen que ver con las habilidades sociales. De esta manera, existen diversas técnicas que nos permitan ahondar un poco más a fondo en las capacidades que tenemos y tratar de mejorarlas con el objetivo de mejorar también nuestra calidad de vida, disminuyendo una serie de problemas que puedan surgir.
Es decir, si llevamos a cabo un entrenamiento adecuado de la resiliencia seremos capaces de afrontar de una manera más efectiva las situaciones sin sufrir las alteraciones a nivel emocional que implican estos hechos para muchas personas.
En resumen, lo realmente importante es poder mejorar en nuestro día a día y buscar aquellas mejoras que puedan resultarnos positivas para nosotros mismos.