En los últimos días se han conocido nuevas informaciones relacionadas con la reforma de los estudios de Magisterio que han terminado de levantar ampollas entre todos aquellos profesores y formadores titulados.
Este nuevo convenio que permite modificar dichos estudios parte de la base de permitir que todos los titulados universitarios puedan dar clase sin la necesidad de haberse licenciado o graduado en Magisterio. Lo que pretende el Ministerio de Educación, con dicha reforma, es ampliar el acceso a las pruebas de maestro a otro tipo de titulados universitarios de manera que se pueda mejorar la calidad de los maestros al contar con «capital humano con formación extraordinaria».
El acuerdo ya ha comenzado a firmarse en una reunión llevada a cabo por el Presidente de la Comunidad de Madrid con distintas universidades públicas y privadas (a excepción de la UCM).
Dicho acuerdo ha endurecido, en cierto modo, las normas para acceder a un grado de Magisterio. De esta manera, ahora se deberá realizar una prueba específica antes de cursar los estudios de Grado en Magisterio y se deberá sacar una nota mínima de 5 en la prueba de selectividad.
Además se ha planteado la posible creación de dobles titulaciones relacionadas con el Magisterio de manera que, aquellos interesados, puedan convertirse en profesionales más formados.
Todas estas medidas pretenden responder a unos resultados ligeramente decepcionantes en las pruebas de docentes realizadas durante los últimos años. De hecho, durante las últimas oposiciones un 90% de los candidatos presentados no consiguieron superar la prueba específica de la materia que debían impartir.
De esta manera, este convenio está planteado para conseguir unos profesionales que estén más preparados y se encuentren capacitados como para llevar a cabo su trabajo de una manera satisfactoria.
Esta idea es compartida por todas aquellas universidades que ya han decidido firmar el convenio y que participarán activamente en la reforma.