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Estudiar en casa puede ser fácil y productivo si logramos tener un espacio donde sentirnos tranquilos y cómodos, algo similar a lo que sucede cuando tenemos un sitio especial para jugar o descansar, el objetivo es conseguir que una determinada zona de la casa quenos sirva para estudiar. Aquí te brindamos algunos trucos interesantes.

Lo primero que tenemos que lograr es un ambiente cómodo y propicio para el estudio, la iluminación tiene que ser buena para no cansar la vista, y en lo posible tenemos que estar lejos de los ruidos de la casa porque eso no ayuda a la concentración.

Es importante que la zona que elijamos para estudiar tenga buena iluminación natural ya que las luces artificiales tienden a cansar más rápido el cerebro.

Además de una zona para concentrarnos, estudiar en casa tiene algunas ventajas relacionadas con los recursos y la información de apoyo para conseguir entender mejor las distintas temáticas. En casa quizás contemos con una computadora para consultar fuentes en Internet, o una biblioteca con diferentes libros y enciclopedias desde donde podemos comparar algunos de los términos y cuestiones que estamos estudiando.

Por otra parte, en caso de no haber anotado correctamente en clase puedes acceder al teléfono y llamar a tus compañeros, siempre es bueno estar seguros de los apuntes y de aquello que estudiamos y nada mejor que comparar con nuestros compañeros.

Si compartimos la habitación, es indispensable que delimitemos la zona de estudio para que nuestros hermanos no invadan ese espacio, así mantendremos el orden y sabrán en que momento no estamos disponibles para jugar.

Por otro lado, es importante también establecer una horas para realizar nuestro estudio y el tiempo que estemos estudiando permanecer concentrados al máximo, es ideal por ejemplo, hacer sesiones de 30 minutos y descansar entre 5 y 10.